¿Por qué no hablamos abiertamente de infidelidad? ¿Tal vez creemos que si mencionamos el tema, lo estamos atrayendo? ¿Estás libre de tirar la primera piedra?
La psicoterapeuta, Esther Perel, es una autoridad en materia de infidelidad. Su libro The State of Affairs: Rethinking Infidelity, es uno de los más vendidos y recomendados porque toca el tema sin prejuicios ni tabúes. Ella escribe, con razón, que la infidelidad es el único pecado mencionado dos veces en los mandamientos: uno que prohíbe hacerlo y otro que prohíbe pensarlo.
¿Entonces pensar en otra persona, ya me convierte en infiel?
La pregunta es muy pertinente porque puede haber muchas definiciones de infidelidad. Los límites los marca cada pareja, pero si ese tema se esconde en un cajón y nunca se plantea, luego las consecuencias pueden ser devastadoras para la relación.
La definición de “infidelidad” varía de una persona a otra. Todos asumimos que existe un concepto universal de lo que es engañar pero la realidad es que dos personas pueden estar en la misma relación de pareja y darle diferentes significados, explica la socióloga Alicia Walker, autora del libro ‘La vida secreta de la esposa infiel: pragmatismo y placer’.
Repasemos diversas situaciones (las respuestas las pueden dar ustedes mismos en casa)
- ¿Tener una amistad del sexo opuesto es infidelidad?
- ¿Chatear con una persona desconocida es infidelidad?
- ¿Pagar por tener relaciones sexuales es infidelidad?
- ¿Mirar pornografía es infidelidad?
- ¿Enviar mensajes con contenidos eróticos es infidelidad?
- ¿Tener relaciones sexuales sin involucrarse afectivamente es infidelidad?
- ¿Utilizar una aplicación para citas es infidelidad?
¿Nuestras parejas creen que hay infidelidad donde nosotros vemos coqueteo inofensivo?
Los investigadores calculan que el 70% de las personas no ha discutido con su pareja qué cuenta y qué no cuenta como infidelidad. “No sé por qué la gente no habla de este tema, teniendo en cuenta la frecuencia con la que lo vemos en películas, canciones y ligros. Suponemos erróneamente que lo que yo considero como infidelidad es lo que tú consideras también. Además, tenemos una idea muy exagerada de que con el amor siempre nos sucederán cosas buenas y una sensación demasiado baja de que sucederán cosas malas”, indica la psicóloga Susan Boon, investigadora de la Universidad de Calgary (Canadá).
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Infidelidad emocional
Los investigadores han denominado “infidelidad emocional” a ese sentimiento que produce ver o compartir momentos con otra persona, sin llegar a ninguna intimidad. Es una trasgresión, porque sabemos que la otra persona nos gusta o nos excita pero no sobrepasamos los límites de la amistad.
Confiar en otra persona, intercambiar mensajes con frecuencia y pensar en ella, porque se ha establecido una relación muy cercana, supone una “infidelidad emocional” para muchas personas, porque no hay intimidad física.
Tener claro hasta dónde se quiere llegar con esa relación y en qué momento puede interferir con tu relación de pareja estable, es clave para no pasar de la “infidelidad emocional” a la infidelidad total, sin matices.
“Pensábamos que los hombres engañaban por sexo y las mujeres por razones emocionales, porque están enamoradas o porque quieren un nuevo marido. Sin embargo, los estudios comprueban que los motivos varían de acuerdo a la persona y no a su género”, explica la socióloga Alicia Walker.
Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de infidelidad? Básicamente de romper los límites establecidos por ambos. Cada pareja define sus fronteras y debe establecer reglas claras sobre temas polémicos como éste; pero lo importante es hablarlo antes de que sea tarde. Dejarlo claro para que no haya malentendidos y sobre todo, ser sinceros. Muchas veces respondemos al otro lo que quiere oír y no lo que realmente pensamos.La psicoterapeuta, Esther Perel, es una autoridad en materia de infidelidad. Su libro The State of Affairs: Rethinking Infidelity, es uno de los más vendidos y recomendados porque toca el tema sin prejuicios ni tabúes. Ella escribe, con razón, que la infidelidad es el único pecado mencionado dos veces en los mandamientos: uno que prohíbe hacerlo y otro que prohíbe pensarlo.
By Psico.